Rol de investigador
de la realidad educativa
Este rol de investigador, de acuerdo con Inciarte
(1998), corresponde a una concepción del sistema educativo en la cual el
estudiante como profesional hace de su acción una indagación constante que lo
lleva a interpretar y comprender los procesos de aprendizaje durante su
práctica escolar comunitaria.
Funciones
Concebidas como la práctica que debe desempeñar el
estudiante en proceso de formación para desarrollar la dimensión del hacer y
convivir, de modo que pueda:
- Identificar problemas prioritarios de la realidad educativa, social, local, regional, nacional y/o mundial.
- Caracterizar, describir, analizar e interpretar los problemas de la realidad socioeducativa local, regional, nacional y/o mundial.
- Aplicar y validar enfoques y modelos teórico - metodológicos que permitan el desarrollo de la educación y de las disciplinas que estudian el proceso educativo, en la búsqueda de alternativas de solución a la problemática investigada.
- Experimentar modelos, métodos, estrategias y medios educacionales que le sirvan para introducir innovaciones que mejoren la calidad de la vida y de la educación venezolana y el intercambio entre teoría, práctica y desarrollo personal.
Rol de orientador del
proceso de formación integral del individuo
Inciarte (1998) lo describe como una función
inherente al quehacer educativo en los primeros niveles, la cual ha de
proporcionar a alumnos, alumnas y jóvenes la atención como personas, partiendo
del examen de sus características, necesidades e intereses. A su vez, fomenta el
conocimiento de ellos mismos, de los demás y del ambiente que los rodea. Otro
aspecto importante de la función orientadora del docente radica en la
exploración vocacional de los estudiantes, ya que busca canalizar su capacidad
productiva en armonía con sus aptitudes. El docente cumplirá la función de
orientador al atender al alumno como persona, al guiarlo en el descubrimiento
de sus potencialidades y limitaciones, además de promover el reconocimiento de
su responsabilidad en su propio aprendizaje, su autonomía y capacidad para
tomar decisiones y la valoración del desempeño de los roles que como alumno,
alumna o joven, ciudadano, profesional y padre de familia le tocará ejercer.
Funciones
Vistas como el conjunto de ejercicios que debe
desempeñar el estudiante que aspira a la docencia para formar la dimensión del
ser y convivir en los alumnos, consisten en:
- Ayudar a los educandos a conocerse y a comprenderse a sí mismos y a los otros, así como a responsabilizarse por su propio crecimiento personal y académico.
- Cooperar con ellos para que descubran sus potencialidades y superen sus limitaciones.
- Propiciar experiencias que conduzcan a su desarrollo personal, al diseño de proyectos de vida y a una adaptación social óptima.
- Orientarlos en la toma de su decisión vocacional, de acuerdo con sus intereses, aptitudes y actitudes frente a su proyecto de vida.
Rol de Interventor de
la Realidad y Promotor de Cambios Sociales
Según el Ministerio de Educación, mencionado por
Inciarte (1998), en el ejercicio del rol de promotor social, el docente conoce
a la comunidad que rodea la escuela y participa en su organización mediante
proyectos de interés para los habitantes de la zona, buscando su desarrollo y
el logro de objetivos educativos.
Para el cabal cumplimiento de este papel
específico del educador, se transcriben las normas que presenta como teoría
explícita el Ministerio de Educación:
- El docente debe ser promotor de la participación al intervenir y estimular la organización, coordinación y administración de recursos humanos y materiales dentro del ámbito educativo, tratando de favorecer el desarrollo de la comunidad.
- Fomentará la formación de hábitos de responsabilidad en el individuo para la producción y distribución equitativa de los resultados del trabajo.
- Promoverá la participación de la comunidad y de otras instituciones sociales en el proceso educativo.
Funciones
Macroacciones que en un proceso fijado efectuará
el estudiante para desarrollar la dimensión del hacer y convivir durante su
formación, para lo cual deberá:
- Analizar la realidad social en todos sus ámbitos e intervenir activamente en los procesos de transformación de la educación, en la institución, la comunidad y la sociedad.
- Promover e impulsar acciones de carácter social, familiar, comunitario, corporativo y de autogestión, dirigidas a la solución de problemas institucionales, comunitarios y propios de su profesión.
Con la mira puesta en esas acciones, el estudiante
necesitará conocer y participar con eficacia en el desarrollo del Proyecto
Educativo Integral Comunitario de la escuela, como centro de aplicación.
Rol mediador de los
procesos de experiencias de aprendizajes
El rol de mediador, según Inciarte (1998), se
entiende como la acción de propiciar experiencias de aprendizaje, diseñar,
desarrollar y evaluar diversas situaciones y estrategias de aprendizajes, que
estimulen con actividades a los alumnos, alumnas y jóvenes, a fin de lograr
procesos de aprendizaje significativos y que, a la vez, respondan a los
propósitos y objetivos de la educación.
La descripción de Inciarte (1998) del rol de
mediador resultó de un análisis de la teoría explícita del sistema educativo
venezolano, en la cual se le acepta como el conjunto de valores, normas,
estrategias y supuestos, como se expresa a continuación:
- El docente cumplirá funciones de mediador de oportunidades que propicien experiencias de aprendizajes significativos.
- A tal efecto, diseñará, desarrollará y evaluará una variedad de situaciones y estrategias que estimulen la creatividad de alumnos, alumnas y jóvenes.
- Asimismo, utilizará estrategias y recursos que desarrollen en el alumno la participación, la transferencia de conocimientos, habilidades y destrezas a situaciones de la vida, así como el cultivo de actitudes y valores.
Desde esa visión, la normativa educativa del
Ministerio de Educación para este rol se despliega por medio de un agregado que
la Escuela de Educación, en su Diseño Curricular (1995), exhibe como:
Funciones
Consisten en la administración de situaciones de
aprendizaje dentro y fuera del aula, en las cuales se concibe al estudiante
como ente activo de su propio aprendizaje. Las principales se listan de este
modo:
- Planificar procesos y estrategias de aprendizaje que estimulen y promuevan la formación integral del individuo.
- Evaluar el proceso de aprendizaje y los resultados como producto de la interacción en el aula, a objeto de introducir la prevención, correcciones o desviaciones pertinentes.
- Evaluar planes, programas, proyectos, estrategias y medios educacionales para enriquecer los procesos de aprendizaje.
Esas funciones se manifiestan a través de las
distintas actividades que desempeñará el estudiante en el medio escolar, las
cuales le permitirán reforzar su formación en todas sus competencias.
Rol de gerente de los
procesos educativos
Se refiere a las acciones del estudiante de
docencia para desarrollar los procesos administrativos de una organización
educativa, como son los siguientes: planificar, organizar, dirigir y controlar
la labor docente, dentro y fuera del aula. Para desempeñar este rol, entenderá
la naturaleza de la gestión y cumplirá las siguientes funciones:
Funciones
La administración de los procesos gerenciales
educativos se operacionalizan mediante la ejecución de cada uno de los
elementos que la integran. A tal fin, se obliga a:
- Diagnosticar las situaciones que enfrenta en el aula y/o fuera de ella, relacionadas con el proceso administrativo gerencial educativo.
- Tomar decisiones negociadas, consensuadas y acordes con el diagnóstico efectuado.
- Evaluar con criterios científicos el alcance y efectividad de las acciones emprendidas para resolver los problemas educativos planteados en la comunidad, institución y aula.
- Ejecutar actividades inherentes a la conducción del proyecto educativo de la institución.
Referencia
bibliográfica:
Inciarte,
A. (1998). El Hacer Docente y el Proceso de Generación de Tecnología Educativa.
Maracaibo, Venezuela: Editorial de la Universidad del Zulia (EDILUZ). Pág. 152.
Ministerio
de Educación (1996). Resolución N°. 1. Caracas, Venezuela.
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